Pinturas

Este conjunto de obras mantienen una preocupación constante: el carácter paradójico del ser humano. Se incorpora la palabra “contrapunto” para enfatizar la convivencia cotidiana de capacidades humanas en contrastes: algo así como voces distintas que, de alguna manera, tratamos de armonizar.

La obra plástica, en general, se compone de formas que constituyen símbolos; estos, a su vez, forman metáforas. Estos símbolos pueden ser poco evidentes, como una mancha de color, o más evidentes, como un objeto. Igualmente, pueden ser intencionados o no intencionados. Este conjunto de obras, mediante el uso de signos y metáforas, según fue indicado, elaboran sobre la preocupación del ser humano complejo, hacedor y reflejo de su cultura e historia.

Este conjunto de obras presenta una figura humana incomprensible que refleja mi intento de entender quién es ese ser humano paradójico según se desprende de la historia y lo cotidiano. Otras obras de la misma serie son una especie de fotos instantáneas de una escena con la misma preocupación; de ahí el titulo.

Este conjunto de obras presentan una dimensión que, a mi juicio, provee de contrapesos al ser humano paradójico: la fe. Aquí se muestran obras creadas en diferentes periodos, por lo cual reflejan el leguaje plástico de los tres temas anteriores. Hoy, la fe sigue dando respuesta a las grandes preguntas relacionadas al propósito de la vida. La fe, en cierto sentido, está asociada a lo que Robert Emmons llamó la inteligencia espiritual y, previamente, Howard Gardner, inteligencia intrapersonal.